WhatsApp es el líder indiscutible de las redes sociales, al menos en el país desde donde os escribo y el principal reclamo de las personas que compran su primer smartphone, superado ya el “trauma” que supuso para muchos el final de su periodo promocional por el que pasaría al modelo de pago, por el que por tan sólo 0,89 € se podrá disfrutar del servicio durante un año. Desde entonces no son pocos los aspirantes a sustituir a la popular aplicación y a pesar de contar con más funcionalidades, no consiguen desplazarlo.
Hoy os hablaremos de Telegram, una aplicación de código abierto que está llamada a arrebatarle el puesto a WhatsApp, veremos si no se queda en aspirante como Line. Telegram ofrece un cliente multiplataforma de mensajería instantánea en iOS y Android (mañana mismo llegará a Windows Phone) que cuenta con una encriptación de sus creadores para tener unas conversaciones muy seguras, anti espías y anti NSA, que incluso pueden autodestruirse si así lo configuramos, para que no quede ni rastro de esa conversación. Además, como se trata de una aplicación open source, también contamos con una API para desarrollar clientes de Telegram para sistemas de escritorio, aunque de momento esta es una funcionalidad en Beta. Por supuesto, para mantener las conversaciones en varios dispositivos, dispone de sincronización en la nube.
Otro punto fuerte es que podemos intercambiar con nuestros contactos cualquier tipo de archivo (documentos, fotos, vídeos, GIF etc.), aunque esos archivos no pueden exceder de 1GB de tamaño, que no es poco.
Ofrece un servicio gratuito y mejor que WhatsApp, pero el ser humano es un animal de costumbres y me temo que se ha acostumbrado tanto a WhatsApp que no dará una oportunidad a otra aplicación, a no ser que consiga arrebatarle muchos usuarios y la balanza comience a inclinarse en favor de otro servicio.
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