En Estados Unidos, la justicia californiana aprobó definitivamente el pago de cerca de u$s930 millones a Samsung por violación de patentes, pero se negó a prohibir la venta de algunos de los dispositivos del grupo asiático tal como reclamaba su rival.
La empresa coreana fue declarada culpable en agosto de 2012 de violar una serie de patentes de Apple. Los perjuicios, inicialmente estimados en 1.050 millones de dólares, fueron revisados a la baja durante un segundo juicio, también en San José, a cerca de 930 millones de dólares.
Fue la jueza Lucy Koh quien estableció la condena y, además, rechazó una demanda de Apple que, en base a la culpabilidad de Samsung, reclamaba que se prohibiera en los Estados Unidos la venta de una serie de aparatos fabricados por la compañía surcoreana.
Según Koh, Apple no logró demostrar que “la demanda de los consumidores por los productos de Samsung” fue impulsada por las “tres características del software de pantalla táctil” por las que la empresa surcoreana fue condenada a pagar la multa, única razón que motivaría la prohibición de la venta de los productos.