La batalla entre Apple y Samsung continúa, en este caso con victoria para la compañía de la manzana. Y es que un tribunal ha desestimado una demanda con la que la empresa coreana pretendía prohibir la venta de modelos antiguos de iPhone e iPad porque supuestamente habían incumplido con el reglamento de patentes.
Se trata de una batalla más de una guerra entre las dos compañías que comenzó en 2011, cuando Apple acusó a Samsung de plagiar la apariencia de sus productos estrella.
Pero en esta ocasión parece que han sido los sucesores de Steve Jobs los que han salido ganando. Y es que un tribunal coreano ha afirmado que Apple no ha violado las patentes de Samsung en los dispositivos en los que se pueden enviar mensajes cortos ni en las herramientas de mensajes colectivos.
Por lo tanto, no se prohibirá la venta de los productos afectados, ni tampoco Samsung tendrá derecho a cobrar los 100 millones de wones que solicitaba como indemnización.
Esta sentencia llama especialmente la atención por haber sido dictada por un tribunal coreano, que a priori podríamos pensar que pudiera tener preferencia por quitar la razón a Apple. Esto ha provocado que la empresa americana haya tenido un nuevo argumento para tachar las acusaciones de Samsung de ridículas.
Los responsables de Samsung aún no han decidido si apelarán la decisión, ya que aseguran que tienen que estudiar el fallo en profundidad antes de decidir nada.
Curiosamente, este mismo tribunal el año pasado condenó a Apple a pagar 40 millones de wones a Samsung por otra demanda por incumplimiento de patentes relacionadas con la tecnología inalámbrica. Una muestra más de que la de Apple y Samsung es una batalla que no tiene razonamientos sino intentos de acabar con el rival.