Creo que a nadie se le escapa que WhatsApp es el servicio de mensajería por excelencia en smartphones, prácticamente todo el que tiene uno de estos teléfonos inteligentes es usuario de la plataforma y el hecho de que esté disponible para la gran mayoría de sistemas juega a su favor, aunque no han tardado poco en llegar serios competidores como el cada día más popular Line.
Pero las sucesivas actualizaciones de la plataforma para mejorar el sistema o la seguridad en el caso de iOS, tuvieron un encontronazo el día 7 de Diciembre de este año cuando la aplicación pasó a necesitar la versión 4.3 del sistema operativo o superior como requerimiento esencial, por lo que dispositivos antiguos como el iPhone 3G, que ya han cumplido sus 4 años en el mercado, se quedan sin poder instalar el popular el servicio y eso que lleva unos días siendo gratuíto.
Pero el problema más serio en mi opinión no acaba ahí, es que si ya tenías la aplicación descargada y tu iPhone 3G sigue dando guerra y no necesitas cambiar de teléfono, porque cumple perfectamente tus expectativas y necesidades, ya no podrás hacer uso de la plataforma, aunque hayas pagado la aplicación. Ayer fue el día en que los servidores no admiten una versión inferior de iOS a la 4.3 (los iPhone 3G no pasan de la 4.2.1) por lo que ni podemos actualizar la aplicación ni el sistema operativo, literalmente, han dejado colgados a los usuarios.
Me parece que WhatsApp ha cruzado una línea peligrosa al dejar fuera a tantos usuarios que pagaron en su día la aplicación (en otros sistema es gratuíta) y lo peor aún es que no pueden hacer uso de un servicio que se había vuelto imprescindible en sus vidas. Obligar a los usuarios a cambiar de teléfono cuando no existe problema alguno con el que tiene lo considero una maniobra muy poco acertada y ha provocado una considerable indignación por parte de esos usuarios.