El pasado viernes se puso a la venta el nuevo iPhone 4S, el deseado teléfono de la manzana mordida, aunque seguro que eso no es lo que piensan en Telefónica o Vodafone, que tras abrir sus dos principales tiendas de la capital, vieron cómo la demanda de clientes y las clásicas colas no eran tan largas como esperaban…
Casualidades del destino, un servidor tenía un examen esa misma mañana y no pude a acercarme a ver el ambiente y a contaros la “experiencia” de hacer cola en una Apple Store, a la espera de ser uno de los primeros en tener el nuevo iPhone entre las manos. No obstante, tengo que dar las gracias a mi novia, que se ofreció a ir a por él y estar a primera hora de la mañana en la tienda.
La Apple Store del CC Parquesur no estaba abarrotada de gente, a pesar de eso, los asistentes de Apple trataron a las pocas personas que hacían cola como viene siendo habitual, ofreciendo el desayuno y prestando sus servicios para configurar el dispositivo, con el exquisito (y casi agobiante) trato que suelen dar. Ella llegó a las 8:30 horas de la mañana, a las 9 ya tenía el teléfono y estaba saliendo de la tienda. No tuvo que esperar nada, lo siento por aquellas personas que hicieron cola desde el día anterior pensando en que se iban a quedar sin el teléfono…
Lo he adquirido libre, he vuelto, después de 3 años a tomar esa vía. Hace 3 años que adquirí mi iPhone 3G de forma libre, sin ataduras, aprovechando una visita a Italia, país donde por ley se comercializan de esa forma. He vuelto a hacer las cosas a mi manera, pues ni mi operador lo ofrece, ni mi consumo es exagerado. Cambiar de operador no es una opción, pero sí lo es hacer una gran inversión al principio, para ahorrar a la larga, al menos yo lo veo así. Cada caso en particular es diferente, hay que tener en cuenta muchas cosas.
La diferencia entre utilizar un iPhone 3G con iOS 3.1.3 (conseguí bajar a esa versión desde la lenta 4.2.1) y usar un iPhone 4S con iOS 5.0, es abrumadora, sencillamente bestial, en todos los detalles y usos. La cámara es fantástica, la fluidez es constante y la calidad de la pantalla, a pesar de seguir siendo (muy a pesar mío) del mismo tamaño, no tiene comparación alguna, simplemente el cambio me ha merecido la pena, en todos los aspectos y espero tener teléfono para mucho tiempo, a pesar de los cambios que puedan llegar dentro del futuro mercado de la telefonía móvil.
Al mi ya antiguo iPhone 3G, le sigue esperando un futuro prometedor en otras manos, seguirá dando mucha guerra, quien sabe, quizás el año que viene, le vuelva a escribir otra entrada a modo de homenaje. Mañana haré un análisis en profundidad del nuevo iPhone 4S y de su asistente Siri.