Foxconn es una de las corporaciones más poderosas del mundo, pero también una de las más criticadas por sus políticas laborales. El gigante asiático ha sido el foco de muchísimas investigaciones por explotación de los trabajadores, y prácticamente una veintena de empleados se suicidaron (o trataron de hacerlo) debido a la presión ejercida por los ejecutivos.
Apple es una de las tantas empresas que utiliza los servicios de Foxconn para la producción de sus gadgets. En febrero les contamos que la corporación californiana se comprometió a informar mensualmente sobre las condiciones de trabajo de sus proveedores y esta semana Tim Cook viajó a China para estar en contacto directo con la situación.
El CEO de Apple se reunió primero con el viceministro ejecutivo chino, Li Keqiang, y posteriormente viajó a la nueva planta de Foxconn en Zhengzhou para ver de cerca la creación del iPhone. La fábrica es la base de fabricación de smartphones más grande del mundo, con 95 líneas de producción y 120 mil empleados.
La llegada de Cook a China provocó un revuelo mediático, no sólo por el alto nivel de popularidad que los productos de la manzana consiguieron en el país sino porque es la primera vez que un director ejecutivo de Apple viaja a una planta de producción de semejante escala. De todas maneras no se dieron a conocer demasiados detalles sobre la visita.
Es evidente que los de Cupertino se han tomado muy en serio el cumplimiento de las normas laborales en compañías proveedoras y está muy bien que así sea. Cuando haya más novedades los mantendremos al tanto.