Desde que aparecieron los teléfonos móviles y se popularizaron, poco ha poco han ido abarcando otros mercados gracias a anexionar funciones de otros gadgets entre sus entrañas.
Si volvemos la vista atrás y observamos su asombroso cambio, observamos cómo el teléfono ha ido acumulando funciones que han ido relegando dispositivos dedicados un segundo plano. Actualmente los smartphones, la categoría de gama más alta de teléfonos móviles que podemos encontrar en el mercado, aúna funciones de internet, mensajería, cámara fotográfica, de vídeo, reproductor de vídeo, música, GPS y otros servicios de localización, además de la propia función de llamada, cada día más en segundo plano.
¿Cual es el siguiente paso que darán los teléfonos para seguir acaparando funciones? A mí no me cabe ninguna duda, y a los chicos de Canonical, los creadores de la distribución Linux de Ubuntu, puesto que tenemos la misma opinión. El siguente paso del teléfono móvil es convertirse en un ordenador de sobremesa en potencia.
Tomando como precedente al Motorola Atrix con su función de ordenador conectado a un Dock de expansión, Ubuntu for Android es precisamente eso, aunar la distribución Linux junto con el sistema operativo Android del teléfono, de forma que al conectar el dispositivo a un dock con puertos donde conectar la pantalla, el telcado y el ratón, se convierta en un ordenador de uso cotidiano con Ubuntu y al desconectarlo, volveremos a Android.
La cada vez mayor potencia de los smartphones (ya llegan los móviles con procesadores de 4 núcleos) tienen fuerza suficiente para las tareas más cotidianas, que normalmente tienen que ver con el acceso a internet, redes sociales y correo electrónico.