Que las ventas de ordenadores no van bien es algo que llevamos viéndolo desde hace meses, por no decir años. Este año hemos visto cómo Sony decía adiós al mercado de ordenadores portátiles y vendía su gama VAIO. Ahora es Toshiba quien se alejará de algunos mercados y dejará de vender ordenadores de consumo.
No se trata de un cierre definitivo de su división de ordenadores, Toshiba seguirá vendiendo y dando soporte a aquellas empresas que quieran confiar en sus productos. Pero parece que no quieren arriesgarse a tener más pérdidas de las que tiene. Con esta medida y saliendo de algunos de los mercados de consumo donde no es rentable, pretenden recortar costes por un valor estimado de 184 millones de dólares.
De los 32 países donde opera la marca, van a comenzar un cierre de oficinas para quedarse con tan sólo 13, entre la que está la Española, así que de momento seguiremos viendo portátiles y ordenadores Toshiba en las estanterías. Con este movimiento, pretenden buscar nuevas vías de negocio que parece que tienen que ver con las soluciones de domótica y tecnología aplicada al hogar.
La mala noticia no es sólo esta decisión del fabricante, sino que también afectará al 20 % de su plantilla, unos 900 trabajadores que se quedarán sin trabajo de forma gradual, hasta el 31 de marzo de 2015.