Es algo que sin estar confirmado por la compañía, ya casi se da por hecho. Hablamos del más que probable aumento de tamaño de la próxima generación de iPhone que incluso podría llegar en dos versiones, una con 4,7 pulgadas de pantalla y otro más grande alcanzando las 5,5. Ese aumento de pantalla también implicaría un aumento de resolución de la misma y se barajan 1704 x 960 píxeles.
Los datos son, desde el punto de vista lógico y matemático, acertados. Tiene sentido, porque si Apple tiene algo que cuidar es a sus desarrolladores. Un cambio de resolución implica tener que adaptar las aplicaciones y tener muchas resoluciones a las que adaptar no les es de ninguna ayuda.
Haciendo números, las aplicaciones de la App Store tienen que estar adaptadas como mínimo, para las pantallas del iPhone 3G,3Gs (para los usuarios que aún los utilicen) iPhone 4 y 4S, iPhone 5, 5C y 5S y además, para iPad/ iPad Mini y iPads con pantalla retina.
A estas resoluciones habría que añadir la de la nueva generación, que independientemente del tamaño de pantalla sería la misma con esos 1704 x 960 píxeles que decíamos anteriormente. Esta resolución mantiene el mismo formato de 16:9 que tiene la actual generación y sobrepasarían el estándar “retina” que tiene Apple de 300 ppp, por lo que no es descabellado. El iPhone 6 con 4,7 pulgadas tendría una densidad de píxeles de 416 y el de 5,5 pasaría a tener 356, más de los que se supone que el ojo es capaz de ver, lo que no quita que haya otros terminales ofreciendo más densidad de píxeles.
Pero ahora Apple tiene otro problema y es que el mercado hace tiempo que ofrece terminales con pantallas Full HD e incluso otros con QHD. Los 1704 x 960 píxeles de los que hablamos se quedarán para bien o para mal fuera de esa carrera por ofrecer pantallas espectaculares y de gran nitidez.
Quizás el día 6 de Junio con la WWDC salgamos de dudas, o no.
Vía | 9to5mac