Quien piense que la fiebre por los productos Apple está pasando de moda está muy equivocado. Al menos eso es lo que se deduce tras la publicación por parte de la compañía de los resultados económicos del segundo trimestre de su año fiscal, cerrado el pasado 29 de marzo. En este tiempo, la compañía ha logrado unas ventas de 45.600 millones de dólares y unos beneficios netos de 10.200 millones.
En el mismo trimestre del año anterior, la empresa obtuvo unas ventas de 43.600 millones de dólares y unos beneficios de 9.500 millones. El aumento conseguido en este tiempo ha hecho que los beneficios por acción hayan pasado de los 10,09 dólares de 2013 a los 11,62 de este año. Toda una alegría para los inversores, a pesar de que algunos de los productos de la marca de la manzana no tienen tanto fuelle como antes.
Y es que en el segundo trimestre del presente año fiscal han descendido las ventas de iPod y iPad. Especialmente llamativos son los datos de la tableta de Apple, que pese a seguir siendo una de las favoritas de los geeks de todo el mundo ha sufrido un bajón en las ventas de un 16% respecto al mismo periodo del año pasado.
Claro que los datos de Apple se han mantenido en crecimiento gracias al aumento en las ventas de iPhone y Mac. Las ventas del smartphone de Apple han aumentado en el último año un 16,8%, mientras que los ordenadores Mac se han vendido un 1% más que el año anterior. Esto copensa la bajada del 50,9% en las ventas del iPod, un producto claramente en decadencia.
De estos resultados podemos deducir que, pese a que algunos de los productos Apple ya no tienen el tirón de antes y a que la competencia se está poniendo las pilas a la hora de lanzar al mercado productos de gran calidad, la compañía de la manzana sigue viviendo su etapa de máximo esplendor. Aunque tras la muerte de Steve Jobs surgieran numerosas dudas con respecto al futuro de la compañía, los resultados económicos muestran que sus sucesores están siguiendo su estela de forma bastante acertada.
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