El Mac Pro está dando mucho que hablar desde que fue presentado, pero más aún cuando el esperado ordenador ha comenzado a llegar a manos de sus pudientes compradores. En lo que se está convirtiendo en una gran tradición con cada producto importante que aparece en escena, iFixit se ha hecho con un ejemplar de Mac Pro y lo ha demostrado para contarnos qué tiene y qué se puede hacer con él.
Lo primero que llama la atención es el impresionante trabajo de ingeniería, arquitectura y diseño del aparato y todos sus componentes. Todo parece tener una función y un lugar que no ha sido escogido aleatoriamente. Una vez retiramos la carcasa externa de aluminio, tenemos acceso tanto a la memoria RAM y al SSD con conexión PCIe. Ambos componentes son accesibles para que los puedan cambiar los usuarios.
Si desmontamos el ventilador superior, podemos observar el diseño triangular de sus sistema de refrigeración que actúa como una chimenea, expulsando el aire caliente del interior. Para sorpresa de todo el mundo, todos los componentes principales son altamente desmontables, lo que permitiría intercambiar las tarjetas gráficas por modelos superiores (siempre y cuando alguien lance tarjetas gráficas con el mismo formato y conexión) así como intercambiar el procesador del Mac Pro, en este caso el cambio es mucho más sencillo pues no está soldado a la placa base.
iFixit le da un índice de reparabilidad de 8 sobre 10, una nota excelente para un dispositivo que a priori se presentaba muy limitado de cara a posibles ampliaciones futuras y a sus conexiones externas a través de Thunderbolt 2.
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