Cada fin de semana los editores de Tecnoweb intentaremos hacer una reflexión sobre algún tema en concreto, para iniciar la sección empezaremos sobre un tema muy concurrido, el consumismo en la tecnología. Sobre Esté tema detallaremos con algunos ejemplos actuales para que pensemos un poco sobre lo que compramos y a la vez llegamos hacer con nuestro planeta. Además relacionaremos el tema con la ecología y el efecto que trae nuestras compras. Por último nuestro editor Rodri nos intentara dar su opinión al respecto.
Si creéis que la tecnología no está relacionada con las modas estáis muy equivocados, el peor problema que tenemos en nuestra sociedad, enfocado siempre en el sector de la tecnología, es la moda. Sí, por ejemplo si vamos años atrás, unos 3 años aproximadamente, empezó a salir al mercado unos ordenadores portátiles llamados netbook, presumían de tener una autonomía excelente y una portabilidad increíble, pero no todo era bueno. Las compras de los Netbooks revolucionaron totalmente el mercado, dejaron atrás a los portátiles de toda la vida y sobretodo a los sobremesas, las personas que adquirían Netbooks pensaban que era un producto mágico y que lo podía hacer todo, muchos usuarios después de comprarse uno a las 2 semanas tuvieron que devolverlo, no podía hacer lo que pedíamos. Esté solo es un ejemplo del grave problema, pero lo que es aun peor, la gran contaminación que hemos podido hacer por la creación de estás maquinas, muy pocos miramos en temas ecológicos cuando compramos y cambiamos un producto, solo miramos su precio y su acabado, ninguno (me incluyo yo) miramos si ese producto cumple con las normativas de ecología.
Ese mismo año, 2008/2009, aparecieron los móviles táctiles. ¿Sabéis cuantas personas cambiaron su móvil por tener uno en el cual podamos tocar una pantalla? Millones y si ya hablamos en temas ecológicos nos sorprenderemos como el ser humano es tan consumista.
Actualmente ha vuelto a suceder, las empresas con tal de ganar dinero inventan nuevos productos y aunque no los necesitemos de alguna manera nos obliga a comprarlos. En efecto, hablamos de los Tablets PC, sabéis cuantos Tablets han aparecido en el último CES? Pues me atrevería a decir que unos 30 o 40.
Además si miramos un poco Ebay nos encontraremos que han subido las ventas de iPhone 3G y sobretodo los Macbook Air, la razón? Pues simplemente han aparecido dos nuevos productos y la gente quiere tener lo último de lo último, el negocio de la segunda mano no lo veo tan mal, para una persona con un nivel adquisitivo bajo es fantástico.
Yo actualmente poseo un iPhone 3G y no pienso en comprarme un iPhone 4, porque? Pues simplemente el iPhone 3G me funciona perfecto, las mismas funcionas del pasado me siguen funcionando, para que necesito una cámara de 5MPX con LED? ¿Para que necesito jugar a los últimos videojuegos si en mi iPhone 3G funciona? Daros cuenta que la propia Apple nos mete la idea de comprarnos un iPhone 4 y dejar en un cajón nuestro antiguo iPhone 3G.
Con esté post os recomiendo y os pido que cuando compréis o actualicéis un producto (por ejemplo un iPhone 3G) pensaros antes si el producto que tenéis hace las mismas funciones, si funciona bien y un largo etc. Tal vez no necesites un iPhone 4. Y recordad que con cada producto que adquirís van detrás contaminación, gasto de recursos, etc.
Rodri:
No hay mucho que decir después de que mi compañero haya escrito ya sobre ello, vivimos en una sociedad de consumo que abarca todos los ámbitos, en el que nos afecta, es uno donde más se ve y donde cada vez más rápido se cambia de producto. Dentro de la tecnología lo que antes era lo mejor, al día siguiente puede estar “obsoleto”. Obsoleto quiere decir que está anticuado, pero últimamente cada vez que escuchamos ese término, es como si su significado cambiara por el de “antiguo y no sirve para nada”. Estamos muy equivocados al usar ese segundo significado con esos productos, que si bien son más antiguos y no tienen tantas funciones siguen funcionando tal y como lo hacían (o incluso con más funciones, debido a las actualizaciones de firmware y software).
Estamos acostumbrados a cambiar de compañías de telefonía, únicamente mirando el móvil que nos ofrecen y al precio que lo hacen, sin mirar lo que realmente importa que son sus tarifas. Éste que comento es uno de los ejemplos más claros de consumismo en nuestra sociedad, aunque hay muchos otros como el de los televisores, o relacionados con el hardware de PC. Mi experiencia pasó por comprarme un iPhone 3G libre y ponerle una tarjeta con un operador y unas tarifas acordes a mi bolsillo. A día de hoy después de más de 2 años no he cambiado ni de operador ni de teléfono por la simple razón de que sigue cumpliendo como el primer día, no he tenido esa necesidad alarmante de tirarme de cabeza a por otro teléfono, atarme a un contrato y a un operador diferente del mío y que no compensaría para nada a mi bolsillo.
Tengo una réflex y una compacta todoterreno, la primera de ellas la adquirí este año con una grandísima oferta después de que su revisión saliera al mercado, podría haberme comprado la más puntera, no obstante pensé si compensaba el ahorro con el uso que le iba a dar, y ya lo creo si compensó la compra del modelo ya “anticuado”. La compacta todoterreno tiene casi 4 años, no he podido sacar más rentabilidad a una cámara como a una de éstas en mis escapadas aventureras, a día de hoy podría considerarse muy anticuada, sin embargo sigue haciendo fotografías en condiciones extremas, que es para lo que la quería ¿por qué cambiarla entonces?. Únicamente compensaría una nueva en el caso de que se rompiera, pero no ha sido así (aunque hace poco temí por ella, tras desmontarla comprobé que lo importante seguía intacto).
No nos dejemos llevar por las modas, intentemos ser consecuentes con lo que compramos, pero sobre todo con lo que ya tenemos y si realmente necesitamos adquirir otro producto superior. Tenemos que estar muy seguros de si nuestras necesidades han cambiado, porque no es lo mismo cambiar un ordenador de sobremesa por otro, que cambiar un sobremesa por un portátil si por ejemplo este nuevo año nos vamos a ir a estudiar fuera de casa, en ese caso sí podría compensar una nueva compra.
[…] El consumismo […]