Hace pocos días, concretamente el día 6 de Octubre, sabíamos que el proveedor de cristal zafiro GT Advance anunció sus plan de bancarrota para sanear sus deudas y han apuntado a Apple como principal problema de su actual situación financiera, que al parecer pende de un hilo.
GT Advance consiguió un contrato como proveedor de componentes para los nuevos iPhone 6 y 6 Plus además del nuevo Apple Watch, así como el cristal que protege la lente de la cámara y el sensor Touch ID. Ese contrato suponía para Apple inyectar una cuantiosa cantidad de dinero para construir una nueva fábrica en Arizona, contratar nuevos empleados y mejorar el proceso de producción de zafiro para que GT Advance pudiese satisfacer su demanda de cristal con los mínimos de calidad requeridos.
El resultado ya lo conocemos, los nuevos iPhone 6 y 6 Plus no cuentan entre sus especificaciones con una pantalla de Zafiro, supuestamente porque el resultado de esa inversión en GT Advance no le salió a Apple como esperaban. Las pantallas tenían problemas de fragilidad y de opacidad y finalmente se optó por no montarlas en los dispositivos. Apple no efectuó el último pago de 130 millones de dólares a GT Advance y este es el principal motivo de la bancarrota.
GT Advance está intentando por la vía legal romper su contrato con Apple. Argumentan que sus cláusulas son demasiado abusivas, como por ejemplo la que habla de una multa por valor de 50 millones de dólares si algún componente de Apple acaba en la prensa mundial, cosa que como seguramente sepas, ocurre cada día más a menudo aunque no sabemos si de manera intencionada o por el contrario se trata de una filtración real.
Con GT Advance fuera de combate y los problemas del zafiro sin resolver, Apple tiene dos problemas; uno en los juzgados y otro con sus planes para sus dispositivos que montan cristal zafiro.