El televisor de plasma, ese elemento del hogar que hace unos años marcaba un estatus social y te convertías en el mas guay del barrio si tenías uno. La tecnología se impuso y se implantó, pero pronto aparecieron nuevas tecnologías para los televisores de pantalla plana y en esto que hemos llegado a hoy, a un mercado copado por televisores LED y con el 4k como meta a corto plazo. Ya no hay sitio para los plasma.
A pesar de ofrecer unos mejores negros, ángulos de visión y contraste además de fluidez, los televisores de plasma aún están por encima en cuanto a consumo energético. Reservados para los que quieren esa calidad a pesar de pagar algo más en su factura de la luz, los televisores de plasma ya no se venden como antes y han pasado a un tercer plano.
Panasonic anunció que dejaría de fabricarlos, ahora es Samsung quien ha decidido que su fábrica de televisores de plasma dejará de producirlos el 30 de noviembre. LG es por tanto la única marca que aún fabrica televisores de este tipo, aunque no nos cabe la menor duda que tarde o temprano también dejará de hacerlo.
El siguiente paso del televisor no es tanto la llegada masiva a los hogares de un 4k a buen precio, sino la llegada de los paneles OLED que prometen todas las ventajas de un plasma con el consumo de los LCD/LED, estos ya están en el mercado, pero sus precios son aún demasiado altos, superando los 6.000 euros.