Los videojuegos te permiten introducirte en el papel lo mismo que un libro. Los videojuegos de simulación lo hacen aún más, porque precisamente se basan en eso mismo, simular una situación real dentro de un entorno virtual. El problema viene cuando la broma y el cachondeo lleva a un punto de no retorno donde todo vale y el fenómeno viral de internet y las redes sociales hace el resto.
Videojuegos de simuladores hay muchos, desde los más conocidos videojuegos de conducción como por ejemplo Gran Turismo, Forza, F1 o Moto GP, los que te permiten sentarte en la silla de un avión como Flight Simulator o hasta los más novedosos Euro Truck Simulator donde nos pondremos a los mandos de un camión. No sólo hay simuladores de vehículos, también hay otros como por ejemplo Surgeon Simulator, donde seremos un cirujano con bastante poco talento.
Pero sin duda alguna el videojuego que se desmarcó sobre todos los demás es Goat Simulator, todo un éxito que ha recibido el apoyo de miles de fans y que copa las descargas en Steam. Tanta fama ha tenido esta cabra loca, que el propio Marcus Person -responsable de Minecraft- lanzó Cliffhorse, un juego gratuito sobre un caballo y nada más que ha sido calificado como basura por su propio creador, toda una crítica humorística hacia este tipo de videojuegos absurdos.
Lejos de terminar esto de los juegos chorras, lo siguiente que ha llegado a nuestros oídos son Rock Simulator y Grass Simulator. En el primero eres una piedra, y en el segundo eres alguien que pasea por una pradera con clima y vegetación dinámicos, con alguna vaca mal puesta y una pistola para pegar tiros.
¿Qué será lo próximo? Hay simuladores para rato.