Intel, quien posee una de las fábricas más limpias (más incluso que un quirófano) y donde los empleados tienen que desinfectarse cada vez que entran o salen de ella, están dispuestos a fabricar para otras empresas en dichas instalaciones. Un cambio de rumbo quizás muy necesario para una empresa que se ha dedicado enteramente al ordenador, reinando todos estos años sobre sus principales perseguidores.
Esta medida tiene como objetivo minimizar el daño que está ocasionando la bajada de ventas de los ordenadores en favor de dispositivos móviles como tablets y smartphones que utilizan procesadores ARM. Sin duda alguna Intel se ha dado cuenta de ello y con esta medida empresarial pretende que esos fabricantes que están confiando en productos ARM, utilicen la fábrica de Intel para que, por lo menos, ellos se lleven parte del pastel por la contratación de esos servicios en sus fábricas. Por otro lado este nuevo cambio podría favorecer a Intel en su I+D, puesto que podrían incorporar a sus procesadores x86 las mejoras -sobre todo a nivel energético- de la fabricación de procesadores ARM.
Empresas como Apple quienes son fieles a Intel desde la transición de los ordenadores Mac con procesadores Power PC, ya se está especulando acerca de que puede que tengan muchas ganas de utilizar a Intel para fabricar los nuevos procesadores que montarán las siguientes generaciones de iPhone e iPad y seguir la tendencia de fabricar productos en Estados Unidos, después de dar el paso con el Mac Pro y una parte de la producción de iMacs y por otro lado también sería un motivo más para desvincularse de Samsung.
Vía | Reuters