La presentación de Xbox One dejó un sabor agridulce a muchos seguidores de la línea de consolas de Microsoft. Las críticas más duras estuvieron sobre dos características claves del dispositivo: La necesidad de conexión constante a Internet para un “check-in” obligatorio cada 24 horas y la imposibilidad de usar, vender, prestar o comprar juegos de segunda mano sin pasar por un sistema ridículamente complejo.
Finalmente la corporación de Redmond no pudo escaparles a las críticas y anunció cambios claves en las políticas de Xbox One. Don Mattrick, presidente de Negocios de Entretenimiento Interactivo de Microsoft, informó que ya no se necesitará una conexión a Internet constante para jugar y que se podrán transferir los juegos usados sin ningún tipo de límite.
Esta es la traducción de un fragmento del anuncio oficial en Xbox Wire:
- Una conexión a Internet no será necesaria para jugar videojuegos de Xbox One sin conexión.
Después de configurar el sistema de la nueva Xbox One por única vez, podrán jugar cualquier videojuego basado en disco sin necesidad de conectarse a la web otra vez. Ya no habrá requerimiento de conectividad las 24 horas y podrán llevar su Xbox One a cualquier lugar y disfrutar sus juegos, tal como en Xbox 360.
- Cambiar, prestar, revender, regalar y rentar juegos basados en disco como lo hacen actualmente.
No habrá limitaciones para usar y compartir juegos; funcionará tal como lo hace actualmente en Xbox 360.
Microsoft tuvo que hacer algo que a la mayoría de las compañías no les gusta: Ceder frente a la presión de los usuarios. Y está bien que lo haya hecho porque algunos requerimientos de Xbox One eran simplemente ridículos.
Vía | Xbox Wire.