Un reciente estudio afirmaba que más de la mitad de los usuarios de servicios de telefonía e Internet se siente estafado por su operadora. Velocidad de conexión a la red más lenta de lo normal, cortes contínuos en el servicio o errores en las facturas son algunos de los problemas más comunes con los que nos podemos encontrar. Pero afortunadamente podemos hacer algo para evitarlo.
Si tenemos alguna duda en el servicio, lo primero que tenemos que hacer es leer bien nuestro contrato. Y si tenemos derecho a que se nos dé un servicio que no se nos está dando, no debemos dejar que los teleoperadores de atención al cliente nos convenzan de lo contrario.
En el caso de que el problema sea que nos han cobrado de más, tenemos derecho a que nos reembolsen esa cifra, e incluso en algunos casos, si se producen errores de forma continuada, podemos conseguir que nos hagan un descuento por las molestias.
Una de las principales fuentes de problemas son las permanencias. Hay que leer bien cuánto tiempo tendremos de permanencia antes de firmar el contrato, ya que las cifras que nos cobrarán por anularlas puede ser muy altas.
En resumen, si sientes que tu operadora te engaña, lee bien el contrato antes de firmarlo y no dudes en reclamar lo que creas que es tuyo.