El 5 de noviembre de 2007 fue presentado oficialmente Android, el sistema operativo de Google. Ayer, por tanto, se cumplieron 5 años desde que conociéramos a Andy, su popular mascota, y todo el universo de aplicaciones y cambios constantes que vendrían detrás.
Porque (sobre todo quienes defienden a capa y espada los productos de Apple) podrán criticar muchas cosas de este sistema operativo, pero lo que no podrán decir nunca es que se ha quedado estancado. Y es que en sus 5 años de vida ya se han lanzado más de 10 versiones diferentes del OS de Google. Y con él no ocurre como, por ejemplo, con Windows, que cuando saca una versión nueva terminan desapareciendo las anteriores en pocos meses, sino que todas las versiones de Android conviven en diferentes dispositivos.
Así, si consultamos el catálogo de cualquier tienda de electrónica podremos encontrarnos con dispositivos que usen Froyo, otros con Gingerbread, otros con Ice Cream Sandwich y los más recientes con Jelly Bean. Y no hablamos de terminales comprados hace años, sino únicamente de los que están actualmente en catálogo.
Esta falta de estandarización causada por la gran cantidad de modalidades de Android ha generado muchas críticas. Sin embargo, los responsables de Google no ven el problema. Es más, aseguran que se trata de una ventaja, ya que les permite instalarse en terminales económicos que no soportarían al última versión mientras ofrecen lo máximo a los usuarios de terminales avanzados.
Y, tengan razón o no en este aspecto, lo cierto es que mal no les ha ido. Android se ha convertido en el sistema operativo más utilizado en el mundo en lo que a smartphones se refiere, y le está comiendo cada vez más terreno a Apple en el ámbito de las tablets. Se calcula que 3 de cada 4 smartphones que salen a la venta lo usan. Así que les pueden criticar cuanto quieran, que ellos seguirán triunfando.