Se trata de un dispositivo que funciona con sistema operativo Android, pero que no puede utilizarse como teléfono móvil, ya que no dispone de tarjeta SIM. De esta forma, podemos disfrutar de aplicaciones tan comunes como WhatsApp o Angry Birds sin necesidad de un smartphone, pero sólo mientras estemos en casa.
Smart Home Phone, que es el nombre del dispositivo, tiene una pantalla de 3,5 pulgadas, puede conectarse a Internet a través de WiFi e incluye una cámara por si queremos realizar videoconferencias. También cuenta con la mayoría de las prestaciones que podemos encontrar en los smartphones habituales, como es el caso de reproductor MP3 y acceso al correo electrónico. Funciona con sistema operativo Android 2.2, una versión un poco más antigua que la que tienen la mayoría de los teléfonos inteligentes.
El precio también es similar al de los smartphones habituales con estas características, ya que se halla en torno a los 130 euros. El problema es que al ser un fijo no podemos acceder a los descuentos por programas de puntos o portabilidad con los que la mayoría cambiamo de móvil: lo que cuesta es lo que tendremos que pagar.
Sin embargo, para los que no suelen usar demasiado el móvil fuera de casa puede ser una opción bastante interesante.