Lo primero a destacar es que los creadores de aplicaciones para Android podrán ejecutarlas directamente en el kernel (núcleo) de Linux original. De esta manera se solucionan inconvenientes que mantuvieron a los dos proyectos “alejados” durante mucho tiempo. Pero esto no es lo único a mencionar.
La versión 3.3 del núcleo Linux también optimiza la utilización del sistema de archivos Btrfs, manejo de memoria, conexiones de red, virtualización y seguridad, entre muchas otras mejoras. Hay que mencionar que en futuras versiones del kernel se incluirán modificaciones que no fueron de la partida en la nueva edición lanzada ayer.
La optimización en la gestión energética y otros cambios en la infraestructura fueron prometidos para la versión 3.4 del kernel Linux, pero lo mejor es no adelantarse. “Obviamente, la aparición de la versión 3.3 abre la ventana a 3.4 pero lo mejor es animar a la gente a probar el lanzamiento actual”, dijo Linus Torvalds en un comunicado.
Sin dudas la versión 3.3 del núcleo Linux será un punto de inflexión de cara al futuro, especialmente por la fusión del código de Android. Es bueno ver que después de tanto tiempo los dos proyectos empiezan a funcionar codo a codo, algo que hasta ahora no había sido posible por varios inconvenientes (incluyendo el desacuerdo entre los desarrolladores de ambas partes).
Vía | Kernel Newbies.