Nokia es uno de los tantos gigantes tecnológicos que han caído en desgracia en los últimos años. La firma alguna vez fue líder en el mercado de móviles, pero desde hace tiempo ha perdido dicho privilegio y todavía no ha encontrado el camino que la lleve nuevamente a la cima. Y para colmo de males los directivos han implementado una política de Recursos Humanos bastante ruda.
En abril de este año Stephen Elop, el director ejecutivo de Nokia, anunció que la compañía se desprendería del desarrollo de Symbian y prescindiría de 4 mil trabajadores en Inglaterra, Dinamarca y Finlandia. Pero la ronda de despidos no terminó allí ya que horas atrás se informó que otros 3.500 empleados perderán sus puestos a finales del año próximo.
La firma oriunda de Espoo, Finlandia, indicó que cerrará varias instalaciones a nivel global para encargar la manufactura de móviles a diferentes firmas asiáticas. La tercerización en la fabricación de dispositivos afectará inicialmente a las estaciones ubicadas en Cluj (Rumania), Bonn (Alemania) y Malvern (Estados Unidos).
Pero lamentablemente estos no serán los únicos sitios afectados por el “proceso de alineación de fuerzas laborales”, el lujoso término elegido por Nokia para referirse a los despidos en su comunicado de prensa. Si bien todavía no está confirmado también se estudia la posibilidad de bajar las persianas en fábricas de México, Hungría y Finlandia.
Por ahora no se sabe mucho más al respecto, pero queda claro que Stephen Elop han adoptado medidas brutales en el intento de rescatar a Nokia del abismo. Particularmente creo que los directivos han tomado la salida equivocada, pero el tiempo hablará por sí solo y nos mostrará si esta estrategia resultará exitosa para los finlandeses.
Vía | All about Symbian.