Cada verano salen a la venta gadgets resistentes al agua y la arena. Y en este sentido va el último lanzamiento de Sony en cámaras digitales: Sony TX55.
Los últimos lanzamientos en fotografía suelen ser o réflex o compactas de lente intercambiable. Ambas ofrecen márgenes de beneficios algo más atractivos que los de las cámaras más simples y abren el mercado de la venta de lentes, además de no competir con los teléfonos móviles que toman cada vez mejores imágenes.
En cuanto a las cámaras simples, se está optando por las más delgadas y de mejor diseño, donde siempre hay más posibilidad de ensayar nuevas opciones y funciones. Por ese camino va la nueva Sony TX55, una buena prueba de por qué aún sigue siendo atractivo. A casi 350 euros se aleja de las opciones de bolsillo más económicas pero sus funciones justifican su precio. Es, para empezar, muy delgada, de apenas 1,3 cm. de grosor. Además es muy resistente al agua, a la arena y a las caídas. Nada mal si tenemos en cuenta que la parte trasera de la Sony TX55 lo ocupa todo su pantalla táctil, cuyo tamaño supera las 3 pulgadas de diagonal.
También tiene algunas funciones poco habituales, como la posibilidad de captar panoramas simplemente manteniendo apretado el botón de disparo y moviendo la cámara de lado a lado. La opción no es nueva, ya que hace años que Sony empezó a incluirla en sus cámaras, pero es útil. La Sony TX55 también puede tomar imágenes en el omnipresente 3D y vídeo en resolución 1080p. Las fotos son de 16 megapíxeles y aunque todo el juego de lente está dentro del delgado cuerpo metálico, su zoom óptico puede llegar a conseguir los 5 aumentos. No tiene las posibilidades creativas de una réflex, pero a cambio su tamaño y su resistencia la hacen ideal para esta época veraniega.