Un teléfono inteligente tiene varias similitudes con una computadora. Y si bien los usuarios son conscientes sobre la necesidad de una solución de seguridad, la amplia mayoría no realiza las instalaciones correspondientes.
“Los smartphones almacenan tanta o más información que las computadoras. Cuentan además con algunas particularidades específicas de gran sensibilidad para su protección: son más susceptibles de ser robados o extraviados. También son frecuentemente conectados a redes inalámbricas cuya seguridad se desconoce”, aseguró Federico Pacheco, gerente de Educación e Investigación de ESET Latinoamérica.
Según una última encuesta que se realizó por el equipo de análisis e investigación de ESET Latinoamérica, los usuarios de toda la región afirman que el robo de información es la principal preocupación en materia de ataques a sus dispositivos móviles, con el 36,8% del total de las respuestas.
Esto se debe, entre otros motivos, a que un dispositivo móvil permite almacenar una gran suma de información y poseer la capacidad de mantenerse siempre conectado, acceder al correo electrónico, las redes sociales o navegar a través de la Internet.
Con la alta concentración de datos en el mismo, un atacante que logra infectar el dispositivo y acceder a él, puede entrometerse en la vida privada del usuario sin problemas e incluso ingresar a sus datos personales así como a información relativa a su trabajo – siendo de este modo también un riesgo para la fuga de información sensible de la empresa.
En un segundo lugar, con el 27.6% de las respuestas positivas, los usuarios señalan entre sus preocupaciones tanto el ataque de códigos maliciosos como el robo físico del dispositivo. Por último, la recepción de spam vía mensajes de texto se presenta en el último lugar, con el 8% de las respuestas.
Al ser interrogados sobre la importancia de contar con una solución de seguridad en sus smartphones, el 94,3% respondió considerar necesaria la protección de sus equipos con el fin de resguardar su información. Pero sin embargo, más del 80% no cuenta con ningún tipo de software de seguridad en sus dispositivos móviles.