A todos nos ha pasado alguna vez: nos vamos de viaje o de excursión y cuando llegamos nos damos cuenta de que nos hemos olvidado de cargar la cámara, con lo que tendremos que sobrevivir uno o varios días con lo que nos queda desde la última vez. Afortunadamente, hay algunos truquillos para conseguir que la batería de nuestra cámara nos dure un poco más, lo que nos viene estupendamente a los despistados que tendemos a olvidarnos de que existen los cargadores.
- No hagas fotos sin ton ni son: ¿Te acuerdas de cuando tenías cámaras de carrete y tenías que pensar bien a qué le hacías la foto para que no se acabara antes de tiempo? Pues esa misma filosofía tienes que aplicarla ahora a la batería. Olvídate de fotos tontas y céntrate en los momentos que realmente quieras recordar.
- No uses el flash si no es necesario: Hay veces que dejamos el flash activado siempre, y lo utilizamos aunque no nos haga falta. Algo que puede ser letal si la batería de nuestra cámara está empezando a renquear. Es mejor tenerlo en automático, o directamente apagado hasta que lo necesitemos.
- Baja el brillo de la pantalla: La mayoría de las cámaras incluso siguen llevando el visor de los modelos antiguos, por lo que tener la pantalla con el brillo encendido al máximo es a todas luces innecesario.
- Evita usar las partes móviles: El zoom y el autofocus consumen mucha más batería cuando los utilizamos de forma automática que cuando los movemos con nuestras manos. No todas las cámaras tienen esta última opción, pero si la tuya te permite el uso manual es la opción más recomendada.
- Apaga todo lo que no sea necesario: Si tienes una cámara con WiFi, Bluetooth o GPS, no es necesario que tengas todas estas opciones activas cuando te estás quedando sin batería.