El fabricante japonés Pentax acaba de actualizar una de sus réflex de iniciación más completas, además de introducir un nuevo modelo para los menos exigentes y que viene e cubrir el hueco de réflex digitales de iniciación. Hoy os hablamos de las nuevas Pentax K-500 y K-50.
K-500
Se trata del modelo de entrada o iniciación, se trata de una cámara réflex bastante completa, cuenta con un sensor CMOS de 16 megapíxeles (el mismo que montan la popular K5) y procesador de imagen PRIME M, que le permite una ráfaga de disparos de 6 por segundo, grabación de vídeo Full HD con hasta 30 fps, y un ISO forzado de hasta 51.200. Sí has leído bien.
Cuenta con estabilizador de imagen SR integrado en el cuerpo, dispone de un enfoque de 11 puntos y su visor tiene el 100% de cobertura y eso es algo muy extraño de ver en una cámara de este precio. ¿Cuánto cuesta? Pues su precio con el objetivo de Kit será de 500€.
K-50
La K-50 guarda mucho parecido físico con la K-500, pero hasta aquí acaban las comparaciones, pues esta cuenta con un cuerpo sellado y está hecha de aleación de magnesio. Esto le permite aguantar el polvo, el frío (hasta -10 grados) e incluso el agua (aunque no es sumergible, pero con la lluvia o la humedad no tendrá ningún problema). Además su objetivo de kit también está sellado y habrá dos tipos, el 18-55 WR o el 50-200 WR. El precio rondará los 700€ y podremos comprarla en docenas de configuraciones de colores, marca de la casa.
El resto de especificaciones son compartidas, cuenta con el mismo sensor y procesador que la K-500, por lo que es básicamente la misma cámara pero mucho más resistente. Ambas funcionan con 4 pilas normales de tipo AA, es muy típico de Pentax y esto nos puede salvar en más de una ocasión porque siempre hay alguna tienda que te las vende y te saca del apuro si te quedas sin batería.