Las dos operadoras más grandes, Movistar y Vodafone, que copan el 70% del mercado, son las más perjudicadas. En lo que llevamos de año, más de 800.000 clientes se han marchado a otras operadoras. Orange, el tercero en número de usuarios, ha ganado buena parte de esos clientes, pero esto no se ha traducido en un aumento significativo de los ingresos. Y las pocas que parecen salvarse son Yoigo y las operadoras virtuales, como por ejemplo Pepephone, Masmóvil, Simyo o Jazztel.
Eso sí, aunque es indudable que el sector de la telefonía móvil está sufriendo el impacto de la crisis, también hay que decir que lo está viviendo en menor medida que otros sectores. Y es que hemos llegado a un punto en el que no podemos vivir sin móvil, pero no sólo eso, sino que también apostamos a menudo por teléfonos de última generación, como los últimos modelos de Samsung o Apple.
Además los datos del descendo de clientes son relativos. De ese millón de líneas que han desaparecido, aproximadamente la mitad tiene que ver con el ajuste que hizo Telefónica entre diciembre y febrero de su base de clientes, considerando a muchos de ellos inactivos, algo que está presente en los informes lanzados a partir de marzo.
Por otra parte, otro de los culpables de la bajada de las líneas ha sido el descenso en el número de usuarios de módems USB. Y es que hoy en día la mayoría de los clientes cuentan con wifi en sus viviendas o con tarifas de Internet móvil, lo que conlleva que los conocidos pinchos sean innecesarios.
Celton says
Como se nota, que han dejado de subvencionar móviles. ¿Quién en su sano juicio iba a pagar 50€ de tarifa si no te regalan el móvil?