Jawbone tiene el privilegio de ser uno de esos fabricantes que se lanzaron primero a la aventura de los productos cuantificadores wearables, aunque con su primera versión la cosa no fue como les gustaría.. salió defectuosa, y tuvieron incluso que devolver el dinero a sus compradores. Pero las cosas han cambiado.
La nueva apuesta de Jawbone tiene forma de dos modelos diferentes tanto en capacidades como en precio. El más asequible de todos ellos es el Jawbone Up Move. De diseño redondeado, podemos tenerlo tanto en una pulsera como en un clip para colocarlo en el cinturón, bolsillo, zapatos etc. Cuenta con una autonomía de 6 meses y se conectará a nuestro teléfono móvil para mostrar nuestro progreso diario de cuantificación de pasos, distancia recorrida y calorías quemadas. Cuesta 50 euros, correas a parte.
Opuestamente, lanzan al mercado el nuevo y renovado Jawbone Up3, el modelo más completo de la nueva generación. Mejora a sus predecesores en apariencia y sensores, puesto que ahora será capaz de medir nuestra temperatura corporal así como la temperatura del ambiente, además de contar con pulsómetro integrado sin necesidad de una banda pectoral, algo que se ha puesto muy de moda últimamente. En este caso, estamos hablando de un precio mucho más alto, 180 euros.
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