Si miramos en un catálogo los precios de tablets de las marcas más conocidas, difícilmente encontraremos alguna por menos de 200 euros. En cmabio, si buscamos por Internet marchas chinas podremos ver como existen dispositivos con precios inferiores a los 30 euros. ¿Son un chollo o no valen la pena?.
Pues, como siempre que se dan consejos para comprar dispositivos más caros o más baratos, la respuesta está en una palabra: depende. Una tableta de 30 euros puede satisfacer las necesidades de los usuarios menos exigentes, pero es importante que tengan en cuenta que van a tener que renunciar a ciertas cosas. Para empezar, a la garantía del fabricante. Si compramos una tableta Samsung o Apple tendremos dos años de garantía y un servicio técnico a nuestra disposición, mientras que en las tablets chinas nos las veremos realmente negrar cuando tengamos algún problema. Algo que también es más probable, porque para reducir costes utilizan materiales de menor calidad, que se estropean con mayor facilidad.
Si nos decantamos por una tablet Android (la mayoría) tendremos que olvidarnos también de tener la última versión del sistema operativo, lo que también puede ocasionarnos algún problemilla.
También es importante que sepamos con antelación si estos tablets baratos permiten el acceso a Google Play Store, ya que en muchos casos no es así y esto puede impedirnos instalar la mayoría de las aplicaciones, especialmente si no tenemos mucho conocimiento. Y si lo tenemos, probablemente necesitemos unas prestaciones que por 30 euros es imposible encontrar. En resumen, comprar una tableta de las que encontramos a precios casi ridículos puede ser una buena opción para algunos, pero debemos saber que nunca vamos a encontrar en ellas la calidad que deseamos.
Foto | Pierre Lecourt