Apple ha puesto en jaque a la agencia de espionaje de EEUU al asegurar que su nuevo sistema operativo iOS 8 (que viene de serie en el iPhone 6 ya ya se puede ir instalando en otros dispositivos) no permite a la marca acceer a los datos privados de sus usuarios, por lo que no podrían ofrecerlos a las autoridades ni siquiera bajo orden judicial, según hemos podido leer en El País.
A partir de ahora, la única forma de acceder a los datos privados de los usuarios del iPhone 6 será mediante la clave que da acceso a la ID de cada usuario. Antes de la actualización a iOS 8, Apple podía descifrar las contraseñas bajo órdenes judiciales para ofrecer la información a las autoridades, pero ahora asegura que ya no será posible hacerlo. Por lo tanto, la responsabilidad de responder delante de un juez recae exclusivamente en el usuario.
Por supuesto, antes de que iOS 8 fuera el sistema operativo de los usuarios de Apple los datos ya estaban cifrados. La diferencia es que Apple tenía una opción para obtener las contraseñas en el caso de que algunas de las autoridades relacionadas con el mundo del espionaje como el FBI o la NSA se lo solicitaran. Ahora la única manera será que el usuario introduzca en su iPhone 6 su clave o su huella dactilar, lo que puede complicar la detención de delincuentes que utilicen este tipo de terminales.
Esta noticia ha sido aplaudida por algunos, que están en contra de cualquier tipo de espionaje, y muy criticada por otros, que aseguran que la colaboración con las autoridades es necesaria para evitar crímenes y delincuencia. Estamos una vez más ante el eterno debate sobre la conveniencia de la privacidad total en la red.
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