Con la compra de Nokia ya formalizada, Microsoft necesitaba reorganizar a sus empleados así como centrarse en las metas y objetivos que se han marcado. Eso ha tenido unas consecuencias directas para esos empleados, para la mitad de los que han llegado con Nokia no hay sitio en Microsoft y 18.000 serán despedidos.
Es algo que suele suceder cuando dos grandes empresas se juntan, los conflictos de intereses existentes se rompen cuando es la empresa más grande la que decide cuál es el rumbo a tomar. A lo largo de los seis primeros meses se producirán 13.000 despidos, tanto de empleados de las fábricas como de ejecutivos de Nokia, los restantes sucederán después.
El despido de todos esos empleados también tiene una consecuencia directa con el mercado de teléfonos de Nokia, donde ahora sólo habrá sitio para Windows Phone, nada de teléfonos básicos para llamar o pruebas Beta en forma de Nokia X con Android, estos productos se retirarán del mercado y pasarán a formar parte de las estanterías de los coleccionistas.
El propio Nadella explicaba que estos dispositivos se convertirán en dispositivos Lumia para que funcionen con Windows Phone, lo que no sabemos es si se referirá a que recibirán una actualización de sistema operativo y donde antes funcionaba Android ahora lo hará Windows Phone, o que el nicho de mercado para el que estaban pensados se poblará de dispositivos nuevos. Nos inclinamos por lo segundo.
Vía | Xataka