pulseras inteligentes del estilo de Fitbit o Fulband, que toman las medidas de nuestra actividad física, están cada día más de moda.
Sin embargo, según un estudio del Colegio de Medicina Deportiva de EEUU estos gadgets podrían no ser tan efectivos como creemos. La razón es que cuentan los pasos dados o los escalones subidos, pero son incapaces de medir, por ejemplo, el ejercicio realizado en una bicicleta estática.
Obviamente, estas pulseras no pueden ser un sustituto de los estudios médicos realizados a deportistas profesionales en centros de alto rendimiento. Ni tampoco lo pretenden. Al precio de mercado que suelen tener estos dispositivos, es imposible contar con un algoritmo que mida absolutamente toda la actividad que realizamos a lo largo del día.
Y probablemente a los usuarios tampoco les importe demasiado. Incluso para aquellos que se toman los resultados ofrecidos por estos gadgets como un leivmotiv en su rutina de ejercicio, son un indicativo del progreso, aunque los datos ofrecidos no sean del todo exactos. Y lo que nos importa a muchos a la hora de hacer deporte para cuidarnos (no para participar en competición) suele ser ir progresando cada día, aunque no conozcamos los datos exactos.
Por lo tanto, siempre y cuando no nos tomemos los resultados que nos ofrecen como una religión, las pulseras inteligentes sí que son un indicativo interesante para los deportistas. Eso sí, hay que tener en cuenta que están especialmente pensadas para personas que salen a correr o a caminar. Si lo tuyo es el pilates o el spinning, por mucho que te machaques en el gimnasio no lo verás reflejado en este dispositivo.