Si nos damos una vuelta por Google Play o la App Store, encontraremos una cantidad cada vez mayor de aplicaciones destinadas a ayudarnos a controlar nuestra salud.
Se trata de una tendencia en auge, no en vano se estima que para 2017 el sector de la salud móvil (o mHealth como ya la llaman algunos) puede llegar a mover 30.000 millones de euros anuales. La comodidad de poder controlar la presión arterial o la cantidad de azúcar en sangre sin necesidad de acudir al médico se ha convertido sin duda en un filón para los desarrolladores.
Claro que ahora mismo el principal problema que tiene la mHealth para expandirse es la brecha tecnológica en las personas mayores, que aún usan poco la tecnología. Sin embargo, se espera que este problema no dure mucho, ya que en el rango de edad entre 60 y 70 años ya hay un porcentaje bastante significativo de usuarios de smartphones y tablets. Y cuando los jóvenes de ahora lleguen a la tercera edad, el uso de este tipo de dispositivos será algo absolutamente generalizado.
Por ello, fabricantes como Samsung, LG o Sony ya se han puesto manos a la obra para elaborar dispositivos y apps que ayuden a personas jóvenes y mayores a controlar ciertos parámetros de su salud. Ya os contamos hace unos días que Nintendo ha anunciado que la salud será uno de los puntos en los que se enfocará su próxima consola. Obviamente no se puede sustituir a un profesional de la medicina por un teléfono móvil, pero los smartphones sí que pueden convertirse en una gran ayuda para controlar problemas de salud.