Ayer era un día clave en las negociaciones que Vodafone estaba manteniendo con los accionistas de Ono. Sobre la mesa, las informaciones apuntaban a un fajo de billetes por una suma de 6.900 millones de euros en efectivo, en los que se asumirían los más de 3.400 millones de euros de la deuda que mantiene la compañía.
Finalmente, parece que el pulso lo van ganando los accionistas de Ono, que han rechazado la oferta de Vodafone con las esperanzas puestas en el mercado de la bolsa, pues se espera que la compañía se revalorice tras su salida a bolsa prevista para dentro de menos de tres meses.
La negativa también podría haber sido motivada para forzar a Vodafone a poner más dinero sobre la mesa y sacar un beneficio a corto plazo más alto que lo que ofrecían, aprovechándose de que la situación de desventaja en la que se encuentra el operador rojo. Si quieren la red fija ya desplegada de Ono y todos sus clientes, parece ser que Vodafone tendrá que rascarse aún más el bolsillo.
Otra de las opciones que se han barajado es la posibilidad de que a Ono le salgan nuevas novias y otros grandes pujadores suban las apuestas, como por ejemplo Liberty Global, que ya está de compras por europa con alguna que otra compañía de telecomunicaciones.
Por el momento, Ono sigue siendo de Ono, pero parecen muy dispuestos a venderse al mejor postor. Ahora lo que nos debería preocupar es que cuando la empresa cambie de manos, qué es lo que pasará a los actuales clientes.
Vía | Xatakamovil