Nokia es desde hace cinco meses propiedad de Microsoft. Pero la falta de aplicaciones para Windows Phone ha provocado una importante caída de las ventas de smartphones de la marca. Para contrarrestarlo, ha presentado en el MWC de Barcelona tres smartphones compatibles con Android.
Se trata de los terminales Nokia X, Nokia X+ y Nokia XL. Tres smartphones con diferentes prestaciones pero con dos importantes elementos comunes. El primero de ellos es su precio, que se situará en torno a los 100 euros, resultado asequibles para todos los bolsillos. Y el segundo es su versión del sistema operativo Android, con una estética muy similar a la de la gama Lumia y acceso sencillo a los servicios de Microsoft.
Con este lanzamiento, el fabricante pretende recuperarse un poco de tres años en los que las ventas de sus terminales no han dejado de caer. Tras eliminar su sistema operativo propio, Symbian, para apostar por Windows, la empresa perdió fuelle en el mercado de los teléfonos básicos y no terminó de cogerlo en el de los smartphones.
La única beneficiada de la unión entre Nokia y Microsoft fue la compañía de Bill Gates, que lograba desbancar a BlackBerry como el tercer sistema operativo móvil a nivel mundial. Pero la falta de aplicaciones para Windows hace que no termine de consolidarse en el mercado.
Estos nuevos smartphones suponen una sinergia entre los intereses de los usuarios, que prefieren Android por su mayor mercado de apps, y los de Microsoft, que ven en los móviles la oportunidad de sobrevivir en un mercado que cada vez se aleja más del ordenador de casa.
Aún así, parece poco probable que Nokia logre ponerse a la altura de Samsung o Apple en lo que a ventas se refiere, pero al menos han dado un importante paso adelante.