La desaparición del popular juego Flappy Birds de las tiendas de aplicaciones para móviles dio lugar a decenas de aplicaciones clónicas. Los desarrolladores de las mismas pretendían aprovecharse de la popularidad del desaparecido juego (y del morbo de su repentina desaparición) para ganar dinero con apps muy similares basadas en juegos con la misma mecánica y una estética muy parecida.
Sin embargo, estas aplicaciones clónicas también han empezado a desaparecer de las tiendas de apps. Se han salvado las que han intentado diferenciarse un poco más, pero todas aquellas que incluían la palabra Flappy en sus títulos han sido retiradas tanto de Google Play como de la AppStore.
El motivo de la retirada ha sido el incumplimiento de las normas que los desarrolladores aceptan cuando empiezan a vender sus apps en las conocidas tiendas. Obviamente nadie puede impedir que haya unas aplicaciones muy parecidas a otras, pero sí que es legalmente posible dejar de incluir en la tienda aquellas que hagan referencia explícita a la original sin disponer del permiso de sus creadores.
Tanto Apple como Google han remitido correos electrónicos a los desarrolladores de estas aplicaciones explicándoles que la retirada de la tienda de las mismas se debe a que en sus términos y condiciones de uso no aceptan aplicaciones que contengan representaciones fraudulentas o falsas. Y utilizar el nombre de un juego sin permiso se puede considerar como representación fraudulenta para el usuario.
En los últimos días, desde que se supo de la desaparición de Flappy Birds, habíamos visto florecer apps como Flappy Bee, Flappy Dragons, Flappy Flyer e incluso Flappy Bird Flyer, que ahora están desapareciendo de las tiendas de aplicaciones gracias a la aplicación de esta normativa.
Tan sólo se están salvando algunas que no contienen la palabra Flappy en sus títulos, como es el caso de City Bird o Fly Birdie, que aún siguen disponibles.