Las pequeñas empresas son las más vulnerables ante el aumento de la ciberdelincuencia, por lo que un sitio web hackeado puede tener consecuencias importantes si Google lo cataloga como infectado. De hecho, la empresa con sede en California escanea constantemente 60 billones de URL en busca de malware y phishing. Cuando consigue una página comercial considerada como sospechosa, las empresas pueden decir “adiós” a sus clientes hasta que el problema se solvente.
Al respecto, Peter Jensen, CEO de StopTheHacker.com dijo: “Si Google pone en la lista negra a un sitio infectado, estás básicamente fuera de Internet hasta que la página web se corrija”. 10,000 sitios web al día (no utiliza el término lista negra) son los que Google etiqueta y pone en cuarentena. No solamente examina los resultados de búsqueda y los anuncios; asimismo, marca URL sospechosas escritas en los navegadores. El motor de búsqueda operado por Microsoft, Bing, trata a los sitios infectados de una manera similar.
Para una empresa pequeña estar en la ‘lista negra’ puede socavar velozmente su reputación y las ventas. “Las empresas dicen que no han cometido ninguna falta y no deberían ser penalizadas. Google (dice) que quiere mantener a Internet segura para sus usuarios”, afirma Jensen, cuya firma es contactada hasta 30 veces veces al día por las empresas que han sido incluidas en la ‘lista negra’.
Jason Freidenfeld, vocero de Google, dijo: “Cerca de 1,000 millones de personas reciben protección contra phishing y malware cada día gracias a las advertencias que mostramos a los usuarios sobre sitios web no seguros”. Si bien Google tiene las mejores intenciones, las pequeñas empresas son las más afectadas. Es difícil sobrevivir con una estructura pequeña en un mundo tan interconectado y mediado por poderosas empresas.