Android, según los últimos datos de IDC, es con creces el sistema operativo móvil más utilizado en el mundo. La plataforma de Google copa el 80% del sector de smartphones y tablet, algo muy positivo para la empresa pero no tanto para muchos otros factores.
Para empezar, los primeros perjudicados por el dominio de Android son los fabricantes. Aunque fueron ellos los que llevaron al auge al sistema operativo, ahora pueden verse perjudicados por la posibilidad de que Google dé más proridad a su propia marca (Motorola) que a ellos.
Las operadoras también tiene cierto temor acerca de lo que Google pueda hacer en un futuro. Y es que si en algún momento el gigante Mountain View se lanzara a ofrecer servicios como telefonía o conexión a Internet probablemente serían muchos los que, fieles al estilo de Android, abandonaran a sus operadoras habituales. En realidad esta es una posibilidad bastante lejana, pero que muchos analistas están empezando a tener en cuenta para el medio y largo plazo.
Para los usuarios y los desarrolladores no parece que haya en principio demasiado puntos negativos, si bien hay que tener en cuenta la posibilidad de que Google algún día se decidiese a “cerrar” la naturaleza libre del sistema, en cuyo caso desarrollar apps sería mucho más complicado y los usuarios verían mermado el número de ellas. Sin embargo, es bastante poco probable que esto ocurra, especialmente porque tenemos casos como el del Kindle Fire de Amazon, que utiliza una versión personalizada de Android que no está vinculada de ninguna manera a Google. Habrá que ver cómo evoluciona todo esto en el futuro, lo que sí es seguro que es aún estaremos hablando de Android durante bastante tiempo.