El robo de una cámara de fotos es una verdadera faena que, en la mayoría de las ocasiones, no podemos evitar. Pero siguiendo estos 5 consejos las posibilidades de sufrir esta situación se reducirán considerablemente:
- No pierdas el contacto con el equipo: Aunque la tengas al lado, es recomendable que no dejes nunca la cámara en el suelo sin contacto ninguno con tu cuerpo. Es mucho más fácil que te la roben directamente desde el suelo a que sufras un hurto llevándola encima, por lo que tenerla siempre en la mano o el bolso colgado del hombro es la mejor opción.
- Cuidado cuando la dejes en el coche: no debes dejar nunca tu equipo a la vista. A poder ser, llévala siempre contigo cuando te bajes del coche. Si no hay otra alternativa, ni se te ocurra dejarla en una parte del coche que se pueda ver por la ventana. Lo mejor es meterla en el maletero, y sobre todo que no te vean guardarlo.
- Haz constantemente respaldos de tus fotos: Si llevas varias tarjetas de memoria y haces respaldos constantes, no evitarás que te roben la cámara, pero en el caso de que ocurra al menos conservarás las fotos.
- Mantenla siempre a la vista: si llevas todo el día haciendo fotos, es probable que en algún momento quieras sentarte en un restaurante a comer o tomar un café. En este momento de relax, procura que el equipo no se aleje nunca de tu campo de visión, intentando dejarlo siempre donde puedas verlo a fin de evitar que de un tirón te lo puedan llevar. Si sujetas de alguna manera las correas del bolso ayudarás a evitar los robos.
- Si la llevas en avión, no la factures: Es poco probable que los trabajadores del aeropuerto te roben la cámara, pero no es nada descabellado que alguien aproveche un descuido tuyo para llevársela de la cinta de maletas. Por lo tanto, lo ideal es que tu equipo vaya siempre como equipaje de mano.