Ya ha sido presentado el nuevo Moto X de Google, un smartphone que no pretende ser el más grande, ni el más llamativo. En este caso, se hace cierto el dicho de que la belleza está en el interior.
Se trata del primer smartphone de diseño propio que lanzar Google desde que el año pasado adquiriera Motorola.
Una de sus grandes ventajas es un controlador de voz que nos permitirá comunicarnos con nuestro teléfono sin necesidad de activarlo, lo que puede resultar muy práctico.
Otra de sus grandes ventajas es una aplicación llamada Assist, que permite establecer una configuración diferente para el teléfono en cada situación.
Y aunque para sus creadores este tipo de aplicaciones inteligentes es más importante que la potencia, sus especificaciones técnicas tampoco están mal. Dispone de una pantalla de 4,7 pulgadas, con una tamaño bastante similar al del iPhone. La versión de Android que utiliza también está bastante limpia, son incluir aplicaciones excesivas, de forma que la velocidad sea mucho mayor.
Tiene una cámara de 10 megapixeles y una batería que promete durar 24 horas con una sola carga cuando las condiciones de uso son normales.
Su hardware no está mal, aunque no es tan atractivo como el de los últimos terminales de gama alta que han salido al mercado. Es cómodo de sujetar y no es demasiado pesado, pero carece del atractivo que podemos encontrar en el HTC One o el Galaxy S4.
Se trata de un smartphone dirigido al público general, ya que su precio estará en torno a los 200 dólares, por lo que no podemos pedirle características propias de un terminal de gama alta. Estamos ante un móvil de gama media que quizá dejará un poco fríos a quienes busquen un dispositivo ultrapotente, pero que puede estar más que de sobra para aquellos que no sean demasiado exigentes.
El Moto X saldrá estará en el mercado a finales de agosto.