Escribo este post desde mi lugar de vacaciones, me he dado cuenta de lo difícil que es para algunas personas desconectar por completo durante sus vacaciones. Soy de las personas que no miran el teléfono ni el ordenador durante las vacaciones hasta que es estrictamente necesario, pero si eres de las personas que te llevas el teléfono, el tablet o el ebook a la playa, te vamos a dar unos consejos para minimizar los posibles daños que podría sufrir tu dispositivo por un descuido.
Hay fundas estancas para teléfonos móviles e incluso algunos preparados para resistir la suciedad y ser sumergibles, pero si no tienes uno de estos o eres especialmente cuidadoso, te voy a recomendar una solución muy sencilla. Una bolsa hermética para comida. Así de simple, una bolsita de esas para guardar comida para el día siguiente nos proporcionará protección frente a salpicaduras (aunque no se me ocurriría meterla directamente en el agua), protección frente a la arena y además, nos permitirá utilizar el dispositivo con pantalla táctil a un precio irrisorio.
Si queremos comprar una funda hermética dedicada, seguramente nos gastemos más dinero, pero también nos aseguraremos que al menos sí aguanten el agua y podamos meter el teléfono y la cartera al agua, así nos olvidamos de si nos roban cuando estamos disfrutando del chapuzón y ese amigo que siempre se queda guardando nuestras pertenencias podrá venir al agua con nosotros.
El siguiente escalón sería las fundas carcasa para determinados modelos, lo convierten prácticamente en un tanque y lo hacen prácticamente indestructibles. Son muy caras, pero la sacarás partido si haces mucho deporte de aventura o trabajas en lugares peligrosos.
Bonus: Un bote de crema falso. Se trata de una especie de señuelo donde podremos guardar nuestros objetos de valor pero mantenerlos alejados de los amigos de lo ajeno, que pensando que es un simple bote de bronceador, pasará desapercibido, o eso esperamos.