Las gafas Rift son lo último de lo último en tecnología de realidad virtual, o al menos una que es más o menos asequible, aunque sigue estando en una de sus primeras fases de desarrollo, con un gran apoyo económico y sobre todo de los desarrolladores que se han volcado en este novedoso sistema de realidad virtual.
Las actuales Oculus Rift tienen un precio de 300 dólares por su kit de desarrollo, es algo mucho más caro de lo que los consumidores estarían dispuesto a pagar por ellas, por eso el CEO de Oculus Brendan Irine tiene una idea mejor, la posibilidad de ofrecer al consumidor estas gafas por el módico precio de gratis. Has leído bien, quieren regalar sus gafas, pero hay truco.
Ellos argumentan que cuanto más bajo sea el precio, podrán llegar a mayor público, con lo que a la larga se podrían tener una suficiente cantidad de usuarios dispuestos a contratar algún tipo de modelo de negocio bajo suscripción, con lo que se pagarían por los contenidos y no por el hardware propiamente dicho.
La idea no deja de ser una bonita utopía, que aunque con mucho sentido, se encuentra muy lejos de poderse llevar a la práctica. Tenemos ejemplos de varios productos que antes teníamos que pagar para disfrutar del producto final (los routers-modem) y de otros que fueron gratis y ya no lo son (teléfonos móviles subvencionados), pero ninguno de un fabricante de videojuegos que haya regalado su producto a cambio de que el usuario se comprometa a una cuota mensual o algo por el estilo y eso que Sony ha vendido videoconsolas por debajo de su precio de fabricación, pero no a tal nivel como pretenden en Oculus.
Vía | Edge