Cuando Google compró Motorola Mobility supo que se enfrentaría a decisiones difíciles. Los 12.500 millones de dólares invertidos tienen que recuperarse y para ello hay que enderezar el rumbo de la compañía adquirida. Por dicho motivo, la corporación de Mountain View expandirá el recorte del staff de Motorola fuera de Estados Unidos.
En agosto Google había anunciado el despido de 4 mil empleados, lo que equivalía a un 20 por ciento de su fuerza laboral. Las estimaciones oficiales decían que el recorte de personal le costaría 275 millones de dólares en el tercer trimestre el año fiscal, pero dicho número ahora fue elevado a US$300 millones.
El aumento en dicha cifra fue aprobado para cubrir costos de indemnizaciones en “regiones geográficas adicionales fuera de Estados Unidos”, según un reporte de Financial Times. Google todavía no dio una cifra específica relacionada a la expansión de los despidos, pero The Next Web calcula que prescindirá de un 9% más de empleados.
Es injusto cuando los trabajadores se ven afectados por el mal desempeño de una compañía, pero los de Mountain View tienen que hacer lo posible para mantener a Motorola Mobility a flote. La compra de la compañía le sirvió a Google por su vasto catálogo de patentes, pero también trajo riesgos administrativos muy importantes.
Por lo pronto, Motorola Mobility está tratando de ganar espacio en el mercado Android con el lanzamiento de nuevos modelos RAZR. Recientemente la empresa se alió con Intel y presentó RAZR i, un modelo con procesador Medfield a 2 GHz destinado a los mercados de Europa y Latinaomérica.