¿Qué usuario de un smartphone no se ha quejado alguna vez de la duración de la batería?. El hecho de tener que estar cargándolo constantemente es una de las principales desventajas que tienen los teléfonos inteligentes. Y podría convertirse en la baza con la que jugaría Apple para diferenciar su nuevo iPhone 5, que podría llegar al mercado el próximo otoño, del resto de teléfonos de gama alta que se encuentran ahora mismo en el mercado. Para ello utilizaría una tecnología ya empleada en el nuevo iPad.
El secreto estaría en el procesador. Cuando lanzó el nuevo iPad, Apple decidió mejorar el procesador A5 del iPad 2, haciendo una versión del mismo en 32 nm. Esto le permitió reducir el tamaño en un 42%, lo cual sería muy importante para un diseño extra fino del nuevo smartphone; además de mejorar la autonomía en un 20%, un aumento nada despreciable. Como veis, los de Cupertino tienen una buena baza con este procesador para mejorar la batería, aunque en las nuevas generaciones Apple suele montar el mismo procesador que en el iPad actual. También está el tema de la doble celda: la otra mejora que pueden implementar viene también del nuevo iPad, cuya batería de doble celda le ofrece una capacidad mucho mayor. Esto implicar un 70% más de duración que el iPad 2, y también más que en algunos modelos de Macbook Pro. Esta tecnología es imprescindible para soportar la pantalla Retina del nuevo iPad y mantener la duración de la batería en 10 horas, que suele ser más de lo que necesitan muchos usuarios, lo cual siempre es una buena noticia.
Ambas tecnologías harían que la duración total de la batería aumentara en un 90%. Probablemente en la práctica sea bastante menos, pero aún así, si las filtraciones son ciertas, el nuevo modelo de iPhone será un poco menos desesperante que el resto de smartphones en el tema de la batería.