La inmensa mayoría de los lectores de libros electrónicos tienen el inconveniente de que sólo reproducen tinta electrónica en blanco y negro. Algo que puede dar más o menos igual si se trata de una novela, pero que es una faena cuando leemos cómics o cuentos infantiles. Pero este problema se soluciona gracias a la tecnología Mirasol, que permite la reproducción de e-books en colores. La primera marca en usarla ha sido la coreana Kyobo, pero se espera que se vaya extendiendo poco a poco.
Estos lectores tienen una tecnología diferente a la de las tablets o a la de otros lectores de e-books en color como Nook, que ya se vende por unos 170 dólares. Y es que estos tienen una pantalla LCD, como la que encontramos en los ordenadores o los teléfonos móviles, y esto implica dos problemas fundamentales, una pantalla en la que no se ve nada cuando refleja la luz y una batería poco duradera.
Después de que esta tecnología se presentara con el ya mencionado Kyobo, han lanzado modelos marcas chinas como Hanvon, uno de los principales vendedores del mundo, y Bamboon que también usan la tecnología Mirasol que, aunque permitan la reproducción en color, no supone un aumento en el consumo de las baterías, una de las principales ventajas de los e-readers. Si no tenemos el wifi activado, puede durar dos semanas.
Otra de las ventajas que tienen este tipo de e-readers frente a las tablets es su pantalla reflectiva, más cómoda que las pantallas retroiluminadas, ya que con ella podemos leer en cualquier condición lumínica, incluso bajo la luz del sol. Hasta que llegó la tecnología Mirasol, la batería más duradera y la visión parecida al papel era a costa de renunciar al color y a la interactividad de sus pantallas. Para lectores de obras más tradicionales, que eran los que solían comprar aparato, da igual; pero para un público infantil o aficionado a los cómics esta llegada supone una verdadera revolución.