Ni con unas ofertas agresivas ni con los famosos anuncions inspirados en el movimiento 15M. Parece que Telefónica no es capaz de encontrar la manera de seguir reteniendo clientes, y cada vez son más los que deciden apostar por otros operadores tanto en móvil como en ADSL. Según los datos difundidos hoy por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, la marca Movistar acabó el pasado mes de noviembre con menos clientes que el anterior.
El único punto en el que Telefónica se sigue imponiendo es el de las conexiones a Internet por fibra óptica. Pero estas se computan dentro del todal de líneas de Internet de banda ancha, y su ligero crecimiento no ha sido suficiente para compensar el alto número de usuarios que han decidido darse de baja del servicio de ADSL. No corren, por tanto, buenos tiempos para la que durante años fuera la única operadora de telefonía en nuestro país.
En telefonía fija la empresa experimentó una fuerte subida de las líneas en el mes de octubre, pero parece que en noviembre no ha tenido continuidad esa tendencia.
Es difícil establecer cuáles pueden ser las causas de esta pérdida de clientes de Telefónica, aunque muchos apuntan a que, pese a que la mayoría de los usuarios están contentos con el servicio, los precios son ligeramente más altos que los de la competencia, algo que puede ser muy perjudicial en tiempos de crisis como los que atravesamos.
Los grandes beneficiarios de esta marcha de clientes de Telefónica son, además de los competidores directos como Orange o Vodafone, las operadoras virtuales de telefonía móvil. Hasta no hace mucho los clientes no se fiaban de contratar una línea a través de Internet, pero parece que ese miedo se va perdiendo poco a poco.