Cuando la semana pasado tuvimos conocimiento de la quiebra de Kodak, algunos lo interpretaron como el final definitivo de la fotografía analógica. ¿Quién va a seguir con la lata de comprar carretes y llevarlos después a revelar pudiendo sacar la tarjeta de memoria de la cámara y ver las imágenes instantáneamente en el ordenador?.Pues aunque no nos lo parezca aún hay gente que prefiere la fotografía tradicional. Son pocos, pero aún existen.
Ahora que Kodak ya no está, Fuji es la principal empresa que se sigue dedicando a la fabricación de productos relativos con la fotografía analógica. Y los responsables de esta compañía aseguran que hoy en día en España se venden unos 500.000 carretes al año, cuando tiempo atrás se llegaban a vender 40 millones. No cabe duda de que la fotografía analógica hoy en día no es más que un pasatiempo para nostálgicos, pero también tiene su mercado.
Y es que esos 500.000 carretes que se compran cada año los tiene que vender alguien. Y por eso los pocos valientes que se atreven a mantener abiertas tiendas que se dedican exclusivamente a la fotografía analógica están haciendo un gran negocio. Foto R-3, en Gijón, es una de las más reclamadas.
Y aunque los carretes estén obviamente en vías de extinción lo que parece que de momento no queremos olvidar es la sensación de disponer de nuestras imágenes en papel. Las ventas del papel fotográfico también han descendido, sí, pero sólo entre un 5 y un 10 por ciento. Y es que aunque tengamos cámaras digitales, aún nos gustan los marcos de fotos e incluso los álbumes. Recuerdos de los tiempos de la fotografía analógica que no queremos perder.
En definitiva, lo digital es el futuro, esto está claro, pero aún queda sitio para los nostálgicos.