Que una cámara réflex tiene unas prestaciones mucho mayores que las que podemos encontrar en una compacta es algo que no alberga ninguna duda. La pregunta es ¿realmente necesitamos todas esas prestaciones?. Al fin y al cabo, la mayoría de nosotros sólo hacemos fotos con nuestra familia o amigos para luego subirlas a Facebook o mandarlas por email. Y para ello basta y sobra con cámaras compactas que nos cuesten menos de 100 euros.
Y es que las prestaciones ofrecidas por las cámaras compactas está subiendo tanto que las de gama media, con precios de entre 100 y 200 euros, se están quedando en tierra de nadie. Al fin y al cabo, como ya hemos dicho para un uso doméstico no es realmente necesario hacer un desembolso tan grande, mientras que para los profesionales se quedan cortas. Por ello, un 70% de las cámaras que se venden en nuestro país tienen precios situados por debajo de los 150 euros.
Ya no nos importa tanto tener más y más megapíxels, sino que por fin nos hemos dado cuenta de que lo importante en una cámara es disponer de una buena lente, un procesador potente y un zoom estabilizado. Y ahí es donde han aumentado este año su oferta las compactas avanzadas, que se están convirtiendo en las preferidas de muchos usuarios.
Eso sí, aunque por norma general las compactas suelen ser más económicas que las réflex, dentro de esta gama de compactas avanzadas hay algunas que incluso superan los 500 euros. Por lo tanto, si no le vamos a dar un uso demasiado intenso, las hay por menos de 100 euros que cubren de sobra nuestras necesidades.
Al fin y al cabo, hay cientos de modelos con precios bastante económicos y que mejoran considerablemente las prestaciones que nos pueda dar la cámara del móvil.