Llevamos meses hablando de la inminente llegada al mercado de los ultrabooks, pero sin embargo parece que su acogida ha sido un tanto fría. Y es que las marcas han tenido que reducir sus expectativas de ventas ante el poco entusiasmo con el que los usuarios han recibido el lanzamiento de estos portátiles ultrafinos.
La idea de los fabricantes de ultrabooks era competir con el MacBook Air de Apple, para lo que tenían que conseguir que los precios no superasen los mil euros. Y efectivamente la mayoría de los modelos no superan esa cifra, pero sí que se acercan bastante, por lo que no han terminado de convencer a los usuarios.
Algunos analistas afirman que es posible que esta tibia acogida de los ultrabooks pueda deberse a que los usuarios estén esperando a que salgan modelos con un mejor procesador, que muchas marcas han anunciado, aunque de momento nadie ha dado fechas. Pero tiene sentido que, dado que los precios no han resultado ser demasiado económicos, los consumidores esperen al menos a que las características sean las mejores.
Intel, una de las compañías que más se ha implicado en la fabricación del ultrabooks, cree que será para 2013 cuando estos dispositivos triunfen en el mercado y se consoliden como la verdadera alternativa a las tablets. Así, este año han salido los primeros modelos, en 2012 empezarán a aparecer algunos ultraportátiles con características mejoradas y ya para 2013 habrán conseguido convertirse en una opción popular entre los usuarios. Por lo tanto, parece que se han planteado el lanzamiento de los ultrabooks como un trabajo a largo plazo.
300 millones de dólares es la cantidad que Intel ha destinado a incentivar a los fabricantes a que creen ordenadores con estas características.