Si tienes la sensación de que tu ordenador funciona más lento de la cuenta, le cuesta iniciarse o una vez que lo ha hecho tarda mucho en abrir archivos, programas y aplicaciones, no desesperes. Antes de tirar tu ordenador a la basura, ¿por qué no darle una segunda oportunidad?
Lo primero será comprobar si dispone de la última versión de cada uno de sus controladores. Para hacer esta tarea más amena, puedes utilizar un programa de detección y búsqueda de drivers, como son por ejemplo: Driver Detective, Driver Finder o bien, optar por una herramienta gratuita como DriverMax, que analizará tu equipo para ver los controladores instalados y se conectará a Internet para indicarte cuál de ellos necesita ser actualizado.
Aunque si tras realizar estas operaciones, no te convencen los resultados, sí que probablemente ha llegado el momento de cambiar de ordenador.